El encanto de la buena medicina


11/02/2016
Cuando se habla de Medicinas Alternativas usualmente se generaliza y se enumeran disciplinas muy discímiles y de valoración muy compleja.

Por definición son aquellas prácticas y / o productos que se ocupan del cuidado de la salud, como alternativa o complemento de la Medicina Convencional (CAM en la literatura inglesa).

Aunque se hable de Medicinas no podemos incluir a todas las terapias en el grupo de actos médicos. Estos últimos están enmarcados dentro de normativas y convenciones y deben ser realizados por un médico. Así lo definen claramente la OMS y el Ministerio de Salud respecto a la acupuntura según la resolución 997/2001. No así respecto a la aromaterapia, el Reiki, la meditación la osteopatía, la hipnosis y muchas otras técnicas.

Como profesionales formados en facultades de Medicina, como la de la Universidad Nacional de Rosario, y habiendo obtenido especialidades médicas formales en centros académicos habituales, con conocimientos que exceden el saber popular en el área de la salud, deberíamos conocer cuáles son las opciones terapéuticas a las que pueden acceder nuestros pacientes, sin subestimar ni descalificar por desconocimiento. Informarnos con responsabilidad sobre las prácticas seguras y eficaces, y sobre cuáles no lo son, enriquecerá nuestra medicina y nos acercará a nuestros pacientes, que en muchos casos es lo que están reclamando.

No debemos perder de vista que el auge de las terapias alternativas en el mundo se da por dos grupos de factores, los atractivos de las terapias en sí (la participación del individuo en su propia salud, la individualización del tratamiento, la mirada holística o integral, etc), y los que expulsan o alejan de la medicina tradicional (la deshumanización, la protocolización, la medicalización, la invasión técnica, básicamente el no sentirse escuchado, mirado ni tocado por el médico)

En este aspecto creemos que cabe la autocrítica de nuestra medicina científica y convencional. Es por lo que preferimos hablar de buena o mala medicina sin hacer hincapié en tradicional o alternativa.

En EEUU un 38% de la población adulta utiliza alguna forma de medicina complementaria, y este porcentaje llega al 65% en Europa. A diferencia de lo que generalmente se cree, este tipo de medicinas es requerida por la población con mayor nivel educativo.

Dentro de la medicina occidental, convencional o tradicional se ensaya, se avanza, se autoevalúa, se retrocede y se actualiza. Durante años se han utilizado tratamientos y prácticas que posteriormente se desaconsejaron por encontrarse inefectivos, como la lobotomía, y fármacos que debieron ser retirados de mercado al comprobarse los efectos adversos, como el rofecoxib .

Para mayor información pueden consultarse las webs Prescrire.org, nogracias.eu, #pastillaslasjustas, etc. Lamentablemente la industria famacéutica es un negocio multimillonario para muchos por lo que no se apoyan ni se subvencionan estudios sobre terapias que vayan en contra de esos intereses.

En el mundo de la Acupuntura también se autoevalúa y se moderniza. Tal vez no se ve reflejado en nuestro medio local, donde se sigue enseñando la acupuntura dentro del paradigma energético basado en teorías orientales difíciles de comprender para los médicos occidentales. En países como Francia, Inglaterra, Suecia o Canadá la acupuntura se explica y se enseña en términos neuroanatómicos, neurofisiológicos y neuroendocrinológicos, se tienen en cuenta la acción de las agujas o de la estimulación eléctrica a nivel de los receptores periféricos, las vías ascendentes y descendentes de transmisión y modulación del dolor, los neurotransmisores, las placas motoras, las fascias, en definitiva todos los aspectos involucrados en la fisiopatología del dolor.

En Universidades de Alemania, Hungría y Holanda, por nombrar algunas, la acupuntura figura en la currícula de la carrera de medicina; en el Reino Unido los cursos sobre medicinas alternativas son obligatorios durante la formación médica.

Los cursos de post-grado en acupuntura para médicos se realizan en universidades de prestigio de Francia, Portugal, España, EEUU y Canadá, entre otros. En la Unión europea 180000 médicos tienen certificación para el ejercicio de alguna medicina complementaria, y 80000 de ellos en acupuntura.

En el ámbito americano la Universidad de México fue la primera en dictar, desde 1980, cursos regulares de acupuntura. En Sudamérica fue la Univ de Santiago de Chile la pionera en este campo. La Facultad de Odontología de la UNR a través de su Departamento de Graduados dictó el primer curso introductorio a la analgesia acupuntural en los ´80. La UBA los ha incorporado desde hace unos años así como la Universidad de Tucumán mientras que, en el Hospital Dr Nicolás Avellaneda de la misma ciudad, existe un servicio de residentes en acupuntura.

En diferentes hospitales de la red pública de salud española se ofrece la acupuntura como otra especialidad médica , es el caso de los Hospitales Virgen del Rocío y Militar de Sevilla y del Hosp Hospital del Mar en Barcelona. El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido reconoce la acupuntura como una terapéutica a utilizar en diversas dolencias.

Nuestro premio Nobel Dr Houssay en su tratado de Fisiología Humana del que todos hemos estudiado, menciona la relación entre las endorfinas y encefalinas con la analgesia acupuntural.

Es enorme la bibliografía procedente de centros académicos como la Universidad de Harvard, la Clínica Mayo, la Universidad Mc Master de Toronto, el Instituto Karolinska, etc, que avalan, con estudios modernos como el PET (Tomografía con emisión de positrones) , los mecanismos de acción de la acupuntura médica contemporánea, en la que trabajamos en los últimos años para mejorar el desarrollo y la práctica de nuestra milenaria actividad, la acupuntura.

Ya en 1979 John Blain, por ese momento Director de la Organización Mundial de la Salud, reconoció a la acupuntura como terapia de primera línea, al decir que en el futuro la acupuntura no sería más motivo de discusión sobre si servía o no, sino cuál sería el mejor modo de utilizarla para el bien de la humanidad.

Estamos convencidos que si en algo debe basarse la medicina, es en la honestidad, fundamental condición para hacer un uso responsable de la confianza que los pacientes depositan en nosotros. Seguramente del conocimiento y entendimiento que tengamos los profesionales y de una cordial interacción y colaboración surgirá la mejor medicina para nuestra población.

Dr Edgardo V F Reyt. MP 3856. www.acumedicareyt.com.ar

Dr Dimack Reyt MP 11793 Master en Acupuntura Universidad McMaster de Toronto

Dra Luciana Reyt. MP 13226. Master en Acupuntura por la Universidad de Barcelona.